BLOG: LA BORGOÑA: QUE VER Y HACER EN DIJON Y BEAUNE DIJON

Dijon es la capital de la región de la Borgoña. Esta famosa región vinícola de Francia se sitúa en el centro-este del país, al sur-este de París.

Es una franja de terreno de 230 km de largo, que comprende los viñedos y maisons (climats/pagos) que producen unos de los mejores vinos del mundo. Esta franja de terreno inicia con Dijon, al norte.

Si desea saber más sobre los vinos de la Borgoña, visite nuestra sección de vinos.

Dijon es una ciudad rodeada de viñedos: tiene un gran área protegida (en donde también se encuentra el perímetro de los “climats” de Borgoña), que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2015.

La ciudad es puerta de entrada la la famosa área vinícola de Côtes de Nuits, en donde se elaboran vinos de fama mundial. Apodada por el rey Francisco I como la ciudad de los 100 campanarios, tiene una historia rica, y una arquitectura que recuerda el poderío de los duques de Borgoña, El ducado (880-1482), uno de los más importantes de la Europa medieval, dependía del rey de Francia, pero mantenía una

independencia política y económica. El parlamento francés solía tener su sede en Dijon.

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A la ciudad de Dijon se puede llegar en tren, auto o bus, ya que está bien conectada con las principales ciudades francesas. Tiene un aeropuerto que solo hace vuelos locales, pero muy cerca se encuentran los aeropuertos de París y Lyon.

Su centro histórico se recorre fácilmente a pie, y es amigable con el turista, quien solo tiene que hacer ¡el recorrido de la lechuza! La lechuza es el símbolo de Dijon, e ingeniosamente hicieron una ruta para no perderse los monumentos y edificios más importantes de la ciudad: solamente se deben seguir las placas triangulares doradas que se encuentran en la calle y que tienen una lechuza labrada: cada cierto tiempo, hay una placa grande que indica que debe detenerse a admirar un edificio o monumento; en la oficina de turismo (11 rue des Forges), por 3 euros consigue el manual explicativo de cada paso, con el mapa correspondiente.

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1.Place Darcy: empiece el recorrido en la Plaza Darcy, en donde se encuentra la puerta de entrada occidental al centro histórico (Porte de Guillaume, arco del triunfo del siglo XVIII), y en donde puede visitar el Jardín Darcy, primer jardín público de la ciudad (1980). Admire la fachada de La Cloche, palacio del siglo XV que hoy es un hotel.

2.Place Grangier: en esta plaza se puede admirar la fachada de la oficina de correos, antiguo palacio ducal.

3.Mercado de Abastos: los martes, jueves, viernes y sábados son días de mercado; el colorido y el bullicio, ademàs de los productos locales y frescos hacen que valga la pena la visita. El mercado se construyó sobre un antiguo convento jacobino.

4.Place François Rude: esta plaza data de 1904, y en ella se pueden detener a observar varios edificios históricos.

5.Rue de Forges: sobre esta calle, se ubican varios palacios del siglo XII, antiguas residencias reales, como el Palacete Aubriot y la casa Maillard.

6.Catedral de Notre Dame: en esta impresionante obra maestra gótica del siglo XII, destaca su fachada compuesta de columnas finas y gárgolas (la mayoría ya no son originales); está rematada por el “Jaquemart”, un reloj que fue botín de guerra. A un costado se encuentra la escultura de la lechuza, ya muy gastada, pues la tradición dice que el traseúnte debe tocarla para tener buena suerte.

7. Place du Théâtre: aquí se encuentra el teatro, obra neoclásica del siglo XIX, el edificio La Nef (hoy es un centro cultural), y la iglesia de St-Michel, inspirada en el renacimiento italiano.

8. Palacio de los Duques y de los Estados de Borgoña: esta antigua casa real fue transformada en la residencia oficial de los duques; la reconstrucción inició con Felipe el bueno en 1366, con una posterior

reestructuración en el siglo XVII por Jules Harduin Manzart, arquitecto de Versalles. Actualmente es ocupado por el Ayuntamiento y el impresionante Museo de Bellas Artes.

9. Tour Philippe le Bon: levantada a mediados del siglo XV, esta torre de 46 m simboliza el poderío de los duques. Se puede subir a ella y admirar la vista de la ciudad, consiguiendo las entradas en la oficina de turismo.

10. Place de la Libération: esta preciosa plaza real, también diseñada por Manzart en 1685, se construyó con el propósito de acoger a la estatua de Luis XIV, la cual llegaría en 1725, y que hoy ya no existe porque fue fundida para hacer cañones para la revolución.

Otros edificios que vale la pena visitar son: el Palacio de Justicia, la Catedral de Saint-Bégnine y la iglesia de Saint-Philibert. Desde la Place de la Libération hasta la Place Darcy, se encuentra la rue de la Liberté, principal calle peatonal y comercial de la ciudad.

No olvide degustar los productos tradicionales de la zona, como su famosa mostaza, el pan de especias y la crème de cassis (licor de grosella negra), que se usa sobre todo para hacer el Kir: aperitivo a base de crema de casís y vino blanco (tradicionalmente se hace con la cepa blanca Aligoté), aunque también se puede hacer con espumoso o champagne. Y por supuesto los famosos vinos de la Borgoña, de los cuales les hablamos en nuestra sección de vino.

BEAUNE

La ciudad de Beaune, localizada 40 km. al sur de Dijon, recibe más de 450000 turistas al año, quienes la visitan cautivados por su centro histórico medieval, por sus icónicos viñedos y por ser la entrada a la ruta de los Grands Crus, conocida como los “Champs Elysées” de Borgoña.

Así como Dijon es la capital oficial de la región de Borgoña, Beaune es la capital del vino. La ciudad conserva aún las murallas que la rodeaban en la edad media, las cuales se pueden recorrer y así admirar sus puertas. El recorrido le puede tomar 1 hora aproximadamente.

Pasear por sus calles y descubrir los palacios renacentistas, las

construcciones medievales y las casas con entramados de madera, es

indispensable al visitar la ciudad.

1.Les Hospices-de-Beaune: este antiguo hospital medieval es sin duda la joya arquitectónica y cultural de la ciudad. Conocido también como L’Hotel-Dieu de Beaune, es un retrato de lo que fue la Borgoña ducal. Este hospital, construido en 1443 por Nicolas Rolin y su esposa Guigone, estuvo destinado a tratar a los enfermos más necesitados, por lo que se le conocía como el hospital de los pobres. Fue clasificado como monumento histórico desde 1862. Gracias al legado de sus fundadores, y a múltiples donaciones, el hospicio cuenta con un importante viñedo. Cada año, se celebra una subasta de sus preciados vinos, cuyos fondos están destinados a mantener el hoy hospital-museo, y a financiar el desarrollo en el nuevo hospital de la ciudad. ¡De visita imprescindible!

2.Palacio de los Duques de Borgoña: este palacio del siglo XIV, también declarado monumento histórico, alberga hoy el museo del vino de Borgoña.

3. Basílica Colegiata de Nuestra Señora: este impresionante edificio del

siglo XII, es una de la últimas iglesias románicas de la región. De la orden de Cluny (derivada de la orden de los benedictinos), su fachada es una mezcla de las arquitecturas gótica y renacentista, y en su interior puede admirar tapices que relatan la vida de la Virgen María.

Prueben la gastronomía local, como sus quesos acompañados de un Kir, escargots de Borgoña, y por supuesto los platos famosos como el bœff bourguignon o el coq au vin, acompañados de un buen Pinot Noir auténtico.