Situada en la región de Normandía, al noroeste de Francia, y declarada monumento histórico en 1876 , la abadía del Mont Saint-Michel es una joya de la arquitectura religiosa de la época medieval. Es además Patrimonio de la Humanidad desde 1919, en donde figura no solo la abadía, sino la bahía en donde se encuentra y el vecino antiguo molino de Moidrey.
Geográficamente, el Mont Saint-Michel es una isla rocosa situada sobre el estuario del río Couesnon, en su entrada al océano Atlántico. La isla tiene 960 metros de circunferencia, 97 hectáreas de superficie y su construcción se eleva a 92 metros sobre el nivel del mar. En la isla, alrededor de su impresionante abadía, y como haciendo reverencia a esta, se encuentra también el pueblo medieval del Mont Saint-Michel, en donde habitan un poco más de 50 personas.
Es el sitio más visitado de Normandía, y el tercero de Francia, con más de tres millones de visitantes por año. Una impresionante estatua del Arcángel Miguel se erige sobre la cumbre de la abadía, a más de 170 metros sobre el agua.
Las mareas en la bahía son espectaculares, pudiendo variar hasta 14 metros dos veces al día; anteriormente solo era posible llegar al Monte en marea baja caminando, y por barca en marea alta. Sin embargo, hoy en día se puede acceder en todo momento gracias a la construcción de un puente-pasarela que llega hasta los pies de la roca. Los visitantes pueden acceder a pie o en transporte organizado. Se han construido diques con el fin de regular las aguas del río, y la gran cantidad de sedimentos que se depositan alrededor de la isla durante las mareas altas.
Un poco de historia: se dice que en el año 708, San Aubert, obispo de Avranches (el pueblo normando más cercano al Monte), tuvo tres sueños en donde el Arcángel Miguel le indicaba construir un santuario en su nombre, ¡sobre el agua! Se cree que en el año 709, una violenta marea destruyó el vecino bosque de Scissy, por lo que dejó ese terreno como una isla. Obediente a lo recibido, Aubert se dispuso construir un santuario sobre el peñasco. Incluso mandó a traer algunas de las reliquias que se cree pertenecieron al Arcángel. En 966, los monjes benedictinos ocuparon la abadía, y durante ocho siglos no dejaron de construir y agrandarla, incluso construyeron albergues para los visitantes, pues la abadía se convirtió rápidamente en sitio de peregrinaje y oración.
En 1206, la abadía fue incendiada por los bretones y posteriormente reconstruida. Debido a su posición estratégica, sufrió varios períodos de
destrucción y reconstrucción; los monjes abandonaron la abadía en 1971 después de la revolución francesa, y el monte pasó a ser prisión para los sacerdotes que negaban el nuevo régimen. Incluso hubo sobre la cúpula, un dispositivo de telégrafo óptico, haciendo de la abadía un paso en la línea telegráfica Paris-Brest. Después de 1835, varios artistas, entre ellos Victor Hugo, denunciaron la prisión y pidieron su cierre, el cual se dio en 1863 por decreto de Napoleón III. El culto se re-estableció en 1922 y la peregrinación en 1966.
Aparte de la abadía, existen otras iglesias y capillas en la isla, como la Iglesia de Notre-Dame-Sous-Terre y la Capilla de San Pedro, así como un museo de la época.
Consejos para visitarla
El Mont Saint-Michel se encuentra a 4 horas por tierra desde París, por lo que es posible visitarla en un día, ya sea por la libre (rentando un auto) o en tour guiado, si prefiere no manejar y escuchar la explicación del guía.
Sin embargo, en nuestro recorrido nos pareció que al visitarla en un solo día se dispone de realmente poco tiempo para disfrutar y apreciar su belleza. Nuestra recomendación es visitarla por la libre, quedarse una noche, y emprender el regreso a París al día siguiente.
Para llegar a la abadía desde la roca, el recorrido se hace siempre a pie, a través de la única puerta de entrada (la Porte de L’ Avancée) y de la única calle o Grande Rue (llena de tiendas, restaurantes y algunos hoteles); hay aproximadamente 300 escalones hasta arriba, por lo que es recomendable llevar zapatos cómodos. En invierno suele ser muy frío, y en verano hay un calor importante. No hay horario para caminar por el pueblo medieval, pero la abadía sí tiene horarios de visita: de 9 am (9:30 en temporada baja) a 7 pm (6 en temporada baja). Solamente cierra tres días al año: 1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre. La entrada está incluida si viaja en tour, pero si viaja por cuenta propia, debe comprarla en la puerta de entrada, o bien reservarla con antelación aquí.
Puede optar por un hotel en tierra, en el Municipio del Mont Saint-Michel, cerca del centro de atención al turista, en donde hay varios hoteles, restaurantes, tiendas y parqueos. El acceso al Monte se puede hacer a pie o en bus gratuito (transporte organizado), el cual hace varias paradas antes de llegar a la isla. Tenga en cuenta que los parqueos son de pago. En estos alrededores, se encuentran el Hotel Mercure du Mont Saint-Michel, el Relais du Roy y el Hotel Vert, entre otros. También existen hostales y casas de huéspedes para hacer la experiencia más tradicional.
También puede hospedarse en la cercana ciudad de Beauvoir, a 4 km del Mont Saint-Michel.
Sin embargo, es recomendable hospedarse en la isla (no les a opción más económica), pues pasará la noche entre murallas medievales, disfrutando de la experiencia. Los hoteles más conocidos son el Albergue de la Mère Poulard y el Logis Saint Sébastian.
Si no quieren regresar a París al día siguiente, y más bien optan por seguir explorando Normandía, pueden visitar los pueblos de Saint-Malo y sus playas (en Bretagna), o Dinan y su casco antiguo medieval; así como Rouen, ciudad portuaria a orillas del Sena y capital de la región de Normandía. Todas ellas serán protagonistas de futuros blogs.
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