En casi todas las ciudades, existen calles que son típicas: encantadoras y pintorescas, estas calles tienen un gran ambiente, y usualmente están llenas de restaurantes, cafés y pequeñas tiendas, tan acogedoras como las mismas calles.
Podemos mencionar algunas como la Rua Augusta en Lisboa, la calle Larios en Málaga, Rozenhoedkaai en Brujas, la Gran Vía de Madrid, la calle Azul de Chefchaouen en Maruecos, la Rue Norvins en París, la Rambla en Barcelona, la Royal Mile de Edinburgo o la Neal´s Yard en Londres. Hace unos años visitamos la preciosa Rue du Petit Champlain en el Viejo Quebec; es la calle comercial más antigua de Norte América y está llena de tiendas, galerías, restaurantes y cafés. Se localiza en la parte baja del barrio del mismo nombre, y se accede a ella por unas escaleras tan empinadas que son conocidas como “casse-cou” o “rompe cuellos”; sin embargo también se puede acceder por el funicular. Les recomendamos visitarla en época de navidad, pues la decoración y las luces de la calle ofrecen un paisaje de ensueño. Para una experiencia gastronómica típica, les recomendamos comer en el restaurante “Le Lapin Sautée”, del cual no se pueden ir sin probar la crème brûlée de maple.
