La guía Michelín nació en Francia en 1900, y fue originalmente una guía de información para los pioneros del automóvil. Posteriormente se empezaron a publicar más guías en diferentes países; hoy en día, está presente en tres continentes y cuenta con 24 libros.
En 2015, la guía por fin llegó a América Latina siendo Brasil el único país que cuenta con una.
Si bien es cierto que al inicio fue una guía de carreteras y lugares, hoy se ha convertido en una referencia de calidad de hoteles y restaurantes.
La guía es renovada cada año, y propone una selección de las mejores direcciones, hoteles y restaurantes. Los lugares son visitados por inspectores profesionales y exclusivos que se mantienen en el anonimato, ayudando esto al prestigio a la guía.
Las estrellas Michelín: la guía Michelín reconoce cada año la calidad de la cocina de los mejores restaurantes en los lugares o países donde se edita; únicamente califican el plato (es decir, “la calidad de los productos,
el dominio del punto de cocción y de los sabores, la personalidad del chef en su cocina, la relación calidad/precio, y también, la regularidad en el tiempo y en el conjunto del menú”).
Los criterios están muy bien definidos, y de manera anónima se revisan dos veces por año. Un restaurante puede bajar en su calificación o salir de la guía, si no mantiene los estándares establecidos. Las estrellas
reconocen la labor del chef y su equipo, y existen tres categorías:
Aunque se reconoce la labor del chef, las estrellas califican al restaurante. A pesar de que las estrellas dan renombre a la guía, solo un 10% de los restaurantes incluidos en ella tienen la distinción de tener alguna estrella.
En el mundo hay 129 restaurantes con tres estrellas Michelín, siendo Japón y Francia los que más tienen. ¿Sabían que, San Sebastián Donostia, en el país Vasco español, es una de la ciudades con mayor número de
estrellas Michelín por kilómetro cuadrado?
Si le gustó nuestro blog, ¡compártalo en redes sociales! Nos encantaría conocer sus experiencias…