Alsacia es una región vinícola del noreste francés, una preciosa llanura que limita con Alemania y con Suiza, y está resguardada por la cordillera del Volgo. Hogar de cigüeñas y gente amable, tiene 1200 km de largo por 50 de ancho, y su capital, Estrasburgo es una verdadera joya y un imprescindible al visitar la región. Para conocer más sobre qué ver y hacer en Estrasburgo, visite nuestro blog QUÉ VER Y HACER EN ESTRASBURGO
Uno de los atractivos de Alsacia es su ruta del vino, una de las más antiguas de Francia: un trayecto de 170 km (entre Marlenheim al norte y Thann al sur), paralela al Rhin y con más de 900 viñedos, A lo largo del recorrido a través de los viñedos, encontramos más de 70 pueblos, todos encantadores, como salidos de un cuento: de hecho, estos pueblos han inspirado un sinfín de historias y películas. Se caracterizan por sus Iglesias góticas y sus casas medievales con entramados de madera, y son especialmente famosos en la época navideña por sus impresionantes mercaditos. El precioso pueblo de Colmar es la capital de la ruta del vino. Conocerá todo sobre los pueblos de Alsacia en nuestro próximo artículo.
La región ha tenido una historia turbulenta, siendo en una época incluso territorio alemán, por lo que sus vinos tienen una clara influencia germana. Se producen sobre todo vinos blancos, aunque también encontramos rosados interesantes y un 10 % de tintos, que corresponde únicamente a la variedad Pinot Noir; esta cepa en Alsacia se caracteriza por dar vinos ligeros y muy afrutados, y es muy utilizada para la elaboración de rosados. Aparte de la tinta Pinot Noir, hay otras seis cepas blancas en la región alsaciana: Riesling (da vinos frescos, secos y minerales), Gewürztraminer (produce vinos dulces y aromáticos), Pinot Blanc, Pinot Gris, Sylvaner y Muscat, la cual da vinos dulces y frutales, pero muy diferentes a los españoles de la misma variedad.
La región también se conoce por producir el famoso Crémant o vino espumante francés no elaborado en la región de Champagne. La producción en Alsacia constituye el 60% de la producción de Crémant en Francia. Puede ser blanco (se elabora con las variedades Pinot y en ocasiones la famosa Chardonnay, que en Alsacia se cultiva solamente para el Crémant) o rosado.
En Alsacia existen tres denominaciones de origen: Alsace, Alsace Grand Cru y Crémant d’ Alsace. Hoy en día se elaboran blancos magníficos, los cuales se diferencian de los blancos alemanes por ser estos más dulces y frutales.
La aromaticidad y frescura, pero sobre todo la estructura y elegancia de los vinos de Alsacia hace que mariden bien con la cocina asiática y con sabores fuertes o picantes (dulces o salados); van perfecto con carnes blancas y platos con sabor terroso como hongos y trufas. Por supuesto que no debemos olvidar que resultan excelentes como aperitivos, especialmente el delicioso Crémant.